HABLAMOS DE

3-4 AÑOS

Por fin pasó la época del no y ahora el niño se siente más seguro de su individualidad
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5-6 AÑOS

El pequeño torbellino está calmándose y dejando paso al niño mayor, más tranquilo y más reflexivo.
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7-8 AÑOS

Su desarrollo está marcado por un crecimiento lento y estable y tienen nuevas necesidades en el plano social y afectivo
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9-10 AÑOS

Una etapa de transición entre la infancia y la pubertad, donde los cambios físicos son evidentes y hay que vigilar la conducta
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